Por ampliar un poco la respuesta de @tjfuke, que solo cita a la Wikipedia, comentar que en el fichero general de la RAE vienen varias tarjetas que hacen mención a la palabra suripanta. Algunas nos confirman que la palabra fue, efectivamente, una invención de Eugenio Blasco para su opereta El joven Telémaco. Una en particular me hizo descubrir el siguiente texto que nos da más detalles:
No creó solamente un género Arderius, creó una docena de mujeres bonitas con una pierna al aire cada una; coristas de nuevo aspecto, a quienes el público les dió nombre. Por aquello de que cantaban en el Telémaco un coro en griego macarrónico en el que dominaba la palabra suripanta, que no quería decir nada, las coristas de Arderius se llamaron suripantas, y fueron lo menos la mitad del éxito del género y del teatro.
En la hemeroteca del BNE las primeras referencias a la palabra nos confirman su origen:
Saffo es una señorita que después de componer muy buenos versos en griego (y no como aquellos de Suripanta, la suripanta) se enamora como una desesperada y llega al estremo de echar los trastos á rodar.
Gil Blas. 18/10/1866, página 1.
Se pueden encontrar también ese mismo año algunas críticas a la obra del Telémaco que hacen mención al suripanta para referirse a la parte en la que el coro canta la palabra, mencionando que enlevá le public [sic] y comenzando a dar forma al significado posterior de la misma. Buen coro debía ser para levantar al público.
Como curiosidad, el tratado Lenguaje y discriminación sexual de Álvaro García Meseguer, de 1977, incluye la palabra suripanta con su acepción de "mujer ruin, moralmente despreciable", y el comentario "otro despectivo sin dual masculino".